Gradiva, también conocida como la que camina, es una figura mitológica del siglo XX. Surge a partir de la novela Gradiva, del escritor alemán Wilhelm Jensen.
La figura surge a partir de un bajorrelieve romano de estilo neoático, probablemente copiado de un original griego del siglo IV a. C..[1] Se conoce con el nombre de Gradiva a partir de la novela. El bajorrelieve completo muestra a Aglauro y sus hermanas, Herse y Pándroso, deidades del rocío. El arqueólogo Friedrich Hauser reconstruyó la escultura completa a partir de fragmentos diseminados en varios museos. El fragmento correspondiente a Gradiva se encuentra en el museo vaticano Chiaramonti, en Roma.[2]