El piloto mayor era un cargo designado por la Corona española que consistía en la preparación y ejecución de expediciones para la Casa de la Contratación de Indias.[1]
Para poder ocupar este puesto se requería ser un experto navegante con capacidad de circunnavegar el globo terráqueo, trazar rutas marítimas y elaborar mapas para incorporarlos al padrón real.[1]
Entre las responsabilidades de un piloto mayor también estaban las de ser sinodal de aspirantes al puesto de piloto navegante y censor de cartas e instrumentos de navegación.[1]
Para realizar sus funciones contaba con ayuda de otros pilotos y cartógrafos.[1]
El 22 de marzo de 1508, el rey español Fernando II de Aragón impuso este honor por primera vez a Américo Vespucio.[1]