La Missa Solemnis en re mayor, op. 123, fue compuesta por Ludwig van Beethoven entre 1819 y 1823. Escrita casi al mismo tiempo que su Novena sinfonía, es el segundo arreglo de misa de Beethoven después de la Misa en do mayor, op. 86. La obra está dedicada al archiduque Rodolfo de Austria, nombrado en esa época arzobispo de Olomouc.[1][2] Su estreno tuvo lugar el 7 de mayo de 1824 en San Petersburgo, bajo los auspicios del mecenas de Beethoven príncipe Nikolai Galitzin.[1] El propio compositor dirigió el 7 de mayo de 1824 en Viena una interpretación incompleta que incluyó Kyrie, Credo y Agnus Dei.[3]
En general, se considera uno de los mayores logros del compositor. Esta obra, la Misa en si menor de Bach, la Gran misa en do menor y el Réquiem de Mozart, son las misas más significativas del período de la práctica común. El director Wilhelm Furtwängler la retiró de su repertorio, pues dijo ser incapaz de obtener un resultado que hiciera justicia al mensaje y a la grandeza de la que consideraba la mejor obra de Beethoven.[4]