El «Efecto Cher» (también conocido como «Vococher») se refiere a la corrección digital aplicada a la voz humana en grabaciones musicales, que produce una voz semi-artificial con efectos de sonidos distintivos.[2] Este efecto actúa sobre las variaciones naturales de la voz, como la modulación, la fluctuación y los formantes, logrando un sonido comparable al de un vocoder, pero más cercano a una voz humana natural. Se utiliza para mejorar la voz o para modificar su tono, ya sea haciéndola más aguda o más grave.
Esta técnica ganó popularidad en 1998 cuando Cher lanzó su exitoso tema «Believe»,[2][3] que empleaba masivamente el uso de vocoders. Desde entonces, se ha convertido en un efecto muy utilizado en discotecas y en la música popular.