El ignosticismo o igteísmo es la posición, respecto a la creencia de Dios, en que primero se cuestiona la definición de Dios. El ignóstico se pregunta: ¿Qué se entiende por Dios? o ¿Qué es Dios?, para que una vez conocida la respuesta se pueda comprobar si eso existe o no existe.
Esta postura filosófica asume considerable importancia sobre el concepto de Dios y otros conceptos teológicos antes de argumentar sobre la probabilidad de su existencia como en otras posiciones teológicas o metafísicas (incluyendo el agnosticismo). El término ignosticismo fue acuñado por el rabino Sherwin Wine, fundador del judaísmo humanista.
El ignosticismo se puede definir como algo que abarca dos puntos de vista acerca de la existencia de Dios:
Algunos filósofos han visto el ignosticismo como una variación del ateísmo o agnosticismo,[1] mientras que otros han considerado que es distinto (Ignosticismo Puro o Fuerte). Un Ignóstico no puede decir si es teísta, agnóstico o ateo hasta que sea presentada una mejor definición, por lo que se argumenta que esta posición se encuentra entre el teísmo, el ateísmo y el agnosticismo.[cita requerida]