En farmacéutica, un excipiente es una sustancia inactiva que se mezcla con el principio activo para dar consistencia a los medicamentos. Además pueden usarse para ayudar al proceso de fabricación de un producto.[1]
Se considera que los excipientes son inertes, por lo general. De hecho, es deseable que no tengan ninguna acción farmacológica propia, aunque algunos pueden tener efecto en determinadas circunstancias.